¿Qué es la hormona de crecimiento?
La hormona de crecimiento (GH o somatotropina) es una hormona peptídica de 191 aminoácidos, sintetizada y secretada de forma pulsátil por la adenohipófisis (lóbulo anterior de la hipófisis), bajo regulación hipotalámica. Su secreción está influida por el ritmo circadiano y ocurre principalmente durante el sueño profundo (fase N3), el ejercicio intenso, el ayuno y situaciones de hipoglucemia transitoria.
Funciones fisiológicas principales de la hormona de crecimiento
La GH ejerce sus efectos tanto de forma directa como indirectamente a través del IGF-1 (factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1), producido principalmente en el hígado. Entre sus principales funciones se incluyen:
- Regeneración ósea: estimula la actividad osteoblástica y la incorporación de calcio, favoreciendo la densidad mineral ósea.
- Síntesis proteica y recuperación muscular: promueve la captación de aminoácidos y estimula la síntesis proteica, facilitando el crecimiento muscular y la reparación tisular.
- Movilización de lípidos: favorece la lipólisis e inhibe la lipogénesis, reduciendo el tejido adiposo.
- Modulación del sistema inmune: interviene en la regeneración celular, la proliferación de linfocitos y la respuesta inflamatoria.
- Efectos sobre la piel y el tejido conectivo: estimula la producción de colágeno y elastina, enlenteciendo el envejecimiento cutáneo.
- Estimulación del eje gonadal: facilita indirectamente la secreción de testosterona mediante su acción sobre el metabolismo general y el IGF-1.
- Neuroprotección: influye en la neurogénesis, sinaptogénesis y plasticidad cerebral, con efectos positivos en la cognición y el estado anímico.
Regulación fisiológica
La secreción de GH está controlada por dos principales factores hipotalámicos:
- GHRH (growth hormone-releasing hormone): estimula la liberación de GH.
- Somatostatina: la inhibe.
También intervienen otras moléculas como:
- Grelina: potente estimulador endógeno secretado en el estómago.
- Dopamina: modula de forma bifásica la secreción de GH.
- Insulina y glucosa: niveles altos suprimen la GH; el ayuno y la hipoglucemia la estimulan.
El patrón de secreción pulsátil (6–8 pulsos diarios) es clave para su eficacia biológica. Su vida media en plasma es de 20–30 minutos.
Relación de la hormona de crecimiento con el IGF-1
Gran parte de los efectos anabólicos de la GH se ejercen a través del IGF-1, cuya síntesis hepática es estimulada por la GH. El IGF-1 actúa de manera endocrina, paracrina y autocrina, promoviendo la proliferación de condrocitos (crecimiento óseo), mioblastos (crecimiento muscular), y estimulando la síntesis proteica en numerosos tejidos.
Efectos metabólicos y sensibilidad a la insulina
La GH tiene un efecto contrarregulador de la insulina: reduce la captación de glucosa periférica, favorece la gluconeogénesis hepática y puede inducir una resistencia insulínica fisiológica. No obstante, el IGF-1 ejerce una acción hipoglucemiante que equilibra parcialmente este efecto, manteniendo la homeostasis.
Deficiencia y exceso
- Déficit de GH: se asocia a pérdida de masa magra, aumento de grasa visceral, osteopenia, disfunción cognitiva, fatiga, depresión y mala calidad de vida.
- Exceso de GH:
- En niños → gigantismo.
- En adultos → acromegalia, con crecimiento desproporcionado de manos, pies, mandíbula, órganos internos y riesgo cardiovascular elevado.
Declive con la edad de la hormona de crecimiento y consecuencias
La secreción de GH alcanza su punto máximo durante la adolescencia y decrece progresivamente desde los 25–30 años, fenómeno conocido como somatopausia. Este descenso se asocia a:
- Pérdida de masa muscular (sarcopenia).
- Aumento de grasa abdominal.
- Menor densidad ósea.
- Fatiga crónica y peor recuperación.
- Deterioro cognitivo y emocional.
Este proceso, aunque fisiológico, puede modularse con cambios de estilo de vida.
Novedades científicas recientes
- Microbiota intestinal y GH/IGF-1: Se ha demostrado que ciertos metabolitos como el butirato y el propionato pueden modular la sensibilidad a GH y la señalización de IGF-1, abriendo nuevas líneas terapéuticas en alteraciones del crecimiento y en envejecimiento metabólico.
- GH y neurocognición: Estudios en humanos y modelos animales han mostrado que tanto GH como IGF-1 tienen efectos neuroprotectores, especialmente en la hipocampal, mejorando la memoria, la velocidad de procesamiento y el ánimo.
- GH en longevidad funcional: Datos recientes indican que mantener niveles fisiológicamente elevados (pero no supramáximos) de GH/IGF-1 se asocia a menor inflamación, mejor funcionalidad física y mayor expectativa de vida saludable, especialmente en adultos mayores activos.
- Nuevos secretagogos naturales: El uso de compuestos bioactivos como glicina, melatonina, L-ornitina, apigenina o extractos de Mucuna pruriens (fuente natural de L-DOPA), está siendo investigado por su capacidad de mejorar la secreción endógena de GH sin necesidad de terapia exógena.
Estrategias naturales para estimular la hormona de crecimiento
- Entrenamiento de fuerza intenso: especialmente con movimientos básicos multiarticulares, alto estrés metabólico y tiempos de descanso cortos.
- HIIT y cardio por encima del umbral de lactato: sesiones de 10–20 minutos provocan picos agudos de GH.
- Sueño profundo de calidad: prioridad absoluta, ya que el mayor pico de GH se da en las primeras horas del sueño nocturno.
- Ayuno intermitente y restricción calórica moderada: aumentan la ghrelina y disminuyen la insulina, dos factores clave en la estimulación de GH.
- Evitar hiperglucemia crónica: dietas con control glucémico evitan la inhibición de GH mediada por la insulina.
- Suplementación potencialmente útil:
- GABA (ácido gamma-aminobutírico).
- Glicina (3–5 g pre-sueño).
- Melatonina (0,5–3 mg).
- Arginina y ornitina (sólo en combinación y en ayunas).
- L-Dopa (de Mucuna pruriens) bajo supervisión.
Referencias
- Berryman, D. E., List, E. O., & Kopchick, J. J. (2023). The somatotropic axis in aging and longevity. Endocrine Reviews, 44(1), 37–58.
- LeRoith, D., & Yakar, S. (2024). IGF-1 signaling in brain function and neurodegeneration. Frontiers in Endocrinology, 15, 1087421.
- Veldhuis, J. D., & Iranmanesh, A. (2025). Growth hormone dynamics in health and disease. Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 110(3), 678–695.
- Yang, H., et al. (2024). Gut microbiota-derived short-chain fatty acids regulate GH/IGF-1 signaling. Cell Metabolism, 36(4), 543–556.
- Smith, R. G., & Kojima, M. (2023). Ghrelin and GH: An endocrine network regulating metabolism and appetite. Nature Metabolism, 5(9), 1121–1133.
Este contenido es propiedad intelectual de BodyWellFit. Queda prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa.
