El vinagre de manzana se ha utilizado durante milenios en diferentes culturas con fines terapéuticos, incluyendo la desintoxicación, el tratamiento de infecciones respiratorias y la pérdida de peso. Se le atribuye incluso a Hipócrates su uso como agente curativo frente a diversas dolencias. En la actualidad, se le reconocen potenciales beneficios sobre la salud metabólica, atribuibles principalmente a su contenido en ácido acético, polifenoles y flavonoides antioxidantes.
Su pH ácido le confiere propiedades antimicrobianas, razón por la cual ha sido empleado tradicionalmente como conservante natural. De hecho, diversos estudios han demostrado su capacidad para inhibir la proliferación de bacterias en alimentos y retrasar su deterioro.
Efectos sobre la glucemia y la insulina
Uno de los beneficios más estudiados del vinagre de manzana es su efecto antiglucémico. Se ha observado que su consumo puede reducir los niveles de glucosa en sangre tras las comidas, lo que conlleva una menor respuesta insulínica. Esto parece deberse a varios mecanismos:
- Disminución de la velocidad de vaciamiento gástrico.
- Inhibición parcial de enzimas intestinales, lo que retrasa la digestión de carbohidratos complejos.
- Mejora en la captación de glucosa en el músculo esquelético.
- Reducción en la digestión completa del almidón.
Estos efectos no se observan con monosacáridos como la glucosa, pero sí con carbohidratos complejos. En este contexto, dosis de 10 g de vinagre consumidas junto con las comidas han demostrado reducir la glucemia postprandial en hasta un 20%. Algunos autores sugieren efectos beneficiosos incluso cuando se consume con antelación de hasta 5 horas.
Por tanto, podría ser útil como herramienta nutricional complementaria en personas con diabetes tipo 2, aunque no se recomienda en personas con diabetes tipo 1 tratadas con insulina, debido al riesgo de hipoglucemia y a la imprevisibilidad de su efecto.
Regulación del apetito y peso corporal
Se ha documentado que el vinagre de manzana puede inducir un efecto saciante que perdura hasta 120 minutos después de su ingesta, contribuyendo potencialmente al control del apetito y al descenso de la ingesta calórica total. Además, algunos estudios en animales han mostrado que puede reducir la acumulación de grasa corporal y hepática, posiblemente a través del aumento en la expresión de genes implicados en la oxidación de ácidos grasos.
Perfil lipídico, presión arterial y salud cardiovascular
Existen estudios preliminares que sugieren una mejora del perfil lipídico con su consumo, incluyendo:
- Reducción de triglicéridos plasmáticos.
- Aumento de las concentraciones de colesterol HDL.
- Protección frente a la oxidación de partículas LDL, gracias al ácido clorogénico, un compuesto fenólico antioxidante presente en el vinagre.
Además, en modelos animales se ha observado una reducción de la presión arterial, aunque la evidencia en humanos aún es limitada y requiere mayor investigación.
Otros efectos potenciales del vinagre de manzana
Se ha propuesto su uso en múltiples afecciones, como calambres musculares, molestias gastrointestinales, acné, herpes, artritis, infecciones o incluso para mejorar la absorción de calcio. Sin embargo, muchas de estas indicaciones se basan en evidencia anecdótica o estudios preliminares, y no existen ensayos clínicos robustos que las respalden de forma concluyente.
Por otro lado, se ha observado que su consumo continuado puede reducir los niveles de potasio, por lo que no debe combinarse con diuréticos u otros fármacos que alteren el equilibrio electrolítico.
Precauciones y seguridad
Aunque su uso en dosis moderadas puede ser seguro, una ingesta excesiva (≥1 ml/kg de peso corporal/día durante más de 4 semanas) puede producir efectos adversos, entre ellos:
- Alteraciones gástricas y daño en la mucosa del estómago o duodeno.
- Elevación de enzimas hepáticas.
- Erosión dental debido a su acidez.
- Molestias esofágicas si se consume sin diluir.
Por ello, se recomienda diluirlo en agua, consumirlo junto a las comidas y evitar su uso prolongado sin supervisión médica.
Conclusión
El vinagre de manzana no es un producto milagroso, como muchas veces se ha presentado, pero sí puede ejercer efectos beneficiosos modestos, especialmente en el control de la glucemia postprandial, la regulación del apetito y la mejora de ciertos marcadores cardiometabólicos. Su uso puede formar parte de un abordaje dietético complementario en personas con resistencia a la insulina o síndrome metabólico, siempre que se utilice con criterio y precaución.
Referencias
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