La batata o boniato: un tubérculo funcional para la salud hormonal y el rendimiento femenino
La batata o boniato (Ipomoea batatas) es un tubérculo altamente nutritivo y versátil, cuya pulpa puede variar desde el blanco hasta el naranja intenso o el púrpura, mientras que su piel adopta tonos marrones, rojizos o morados según la variedad. Aunque suele compararse con la patata, su perfil nutricional, antioxidante y glucémico la convierte en una opción más interesante dentro de una alimentación saludable, especialmente en contextos de recomposición corporal, síndrome de ovario poliquístico (SOP) o resistencia a la insulina.
Propiedades nutricionales de la batata o boniato
El sabor naturalmente dulce de la batata se debe a una pequeña cantidad de azúcares simples (como la sacarosa), pero la mayor parte de sus hidratos de carbono son complejos, principalmente almidón resistente y fibra soluble. Esto le otorga un índice glucémico moderado-bajo, muy inferior al de la patata convencional, favoreciendo una liberación de energía sostenida y una respuesta insulínica estable.
Gracias a esta característica, la batata resulta especialmente adecuada en mujeres con tendencia a la resistencia a la insulina, alteraciones metabólicas o acumulación de grasa abdominal.
Beneficios y micronutrientes de la batata
Desde el punto de vista nutricional, la batata destaca por su alto contenido en betacarotenos, especialmente en las variedades de pulpa anaranjada. Este precursor de la vitamina A es esencial para la salud ocular, el sistema inmune, la síntesis hormonal y el mantenimiento de la piel.
Además, aporta vitaminas del grupo B, vitamina C, calcio, hierro, fósforo, manganeso y potasio, un mineral clave para mujeres físicamente activas, con tendencia a calambres, fatiga o síntomas premenstruales.
Su aporte en fibra contribuye a una mayor saciedad, mejora la salud intestinal y favorece la eliminación de estrógenos a través de la microbiota.
Efectos antiinflamatorios y antioxidantes
A diferencia de otros tubérculos, la batata contiene compuestos fenólicos, antocianinas y antioxidantes con efectos antiinflamatorios y digestivos, especialmente en las variedades moradas.
No contiene dioscorina, una toxina presente en el ñame silvestre, no en la batata, por lo que puede consumirse con total seguridad siempre que esté cocinada.
Los métodos más recomendables son cocerla, hornearla o prepararla al vapor, ya que mejoran su digestibilidad y la biodisponibilidad de sus polifenoles y vitamina C.
Cocinarla con piel ayuda a conservar mejor estos compuestos bioactivos.
Batata y rendimiento deportivo
Su aporte moderado en carbohidratos (20–23%) permite ajustar las cargas glucémicas sin comprometer el rendimiento deportivo. Es ideal para incluir tanto en días de entrenamiento como en días de descanso activo, ya que favorece la recuperación muscular sin provocar picos de insulina.
En planes de nutrición deportiva adaptados al ciclo femenino, la batata se utiliza frecuentemente como fuente principal de carbohidratos, en raciones personalizadas que suelen oscilar entre 80–120 g en mujeres y 200–300 g en hombres, dependiendo del gasto energético y del momento del día.
Resulta especialmente útil en la comida preentreno o en la cena, por su efecto saciante, digestibilidad y buena tolerancia.
Un alimento funcional para la salud femenina
El consumo regular de batata puede mejorar el estado antioxidante y reducir marcadores inflamatorios de bajo grado, algo fundamental en mujeres sometidas a altas cargas de entrenamiento o estrés crónico.
Su combinación de fibra, betacarotenos, potasio y polifenoles la convierte en un alimento funcional de interés en salud hormonal femenina, equilibrio metabólico y estrategias de recomposición corporal natural.
Conclusión
La batata no solo es una alternativa saludable a la patata convencional, sino también un superalimento versátil que favorece la salud metabólica, hormonal y deportiva.
Incluirla de forma habitual en la dieta puede aportar beneficios visibles tanto a nivel de rendimiento como de bienestar general.
Referencias
- Kim, S. J., Kim, M. C., Lee, M. Y., & Oh, S. (2023). Anti-inflammatory and antioxidant effects of sweet potato (Ipomoea batatas) bioactive compounds in metabolic diseases. Journal of Functional Foods, 104, 105490.
- Nascimento, M. P., Lobo, A. R., & Filgueiras, A. V. (2021). Sweet potato consumption and its benefits for gut health and glucose control. Nutrients, 13(11), 4074.
- Teow, C. C., Truong, V. D., McFeeters, R. F., Thompson, R. L., Pecota, K. V., & Yencho, G. C. (2007). Antioxidant activities, phenolic and beta-carotene contents of sweet potato genotypes with varying flesh colours. Food Chemistry, 103(3), 829–838.
- Chen, J., Wang, Q., & Li, Y. (2024). Dietary polyphenols from sweet potatoes: Bioavailability, metabolic fate, and health benefits. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 64(2), 312–329.
Este contenido es propiedad intelectual de BodyWellFit. Queda prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa.
