No todas las grasas son iguales. Algunas cumplen principalmente funciones energéticas, mientras que otras tienen propiedades bioactivas con potencial impacto en la salud metabólica, inflamatoria o inmunitaria. El ácido linoleico conjugado (CLA, por sus siglas en inglés) pertenece a este último grupo, y ha sido objeto de múltiples estudios tanto por su potencial como agente antiobesidad como por sus posibles efectos adversos.
El CLA es un tipo de ácido graso poliinsaturado derivado del ácido linoleico (un omega-6), que se caracteriza por presentar una configuración específica de dobles enlaces conjugados (alternancia entre enlaces simples y dobles). Entre sus más de 28 isómeros identificados, los más estudiados son el cis-9, trans-11 CLA (el más abundante en fuentes naturales) y el trans-10, cis-12 CLA (más frecuente en suplementos).
Desde un punto de vista estructural, el CLA es técnicamente una grasa trans, pero su origen natural y su comportamiento fisiológico difieren significativamente de las grasas trans industriales (parcialmente hidrogenadas), asociadas a un mayor riesgo cardiovascular. De hecho, los CLA naturales, presentes en la carne y los lácteos de rumiantes, se han relacionado con una mejor salud metabólica, siempre que el consumo se enmarque en un patrón dietético equilibrado.
Mecanismos fisiológicos propuestos
Los posibles efectos del CLA se atribuyen a una combinación de mecanismos:
- Modulación del metabolismo lipídico: inhibición de la enzima lipoproteína lipasa, lo que reduciría el almacenamiento de triglicéridos en los adipocitos.
- Aumento de la oxidación de ácidos grasos: especialmente en músculo esquelético y tejido hepático.
- Regulación del apetito: algunos estudios en modelos animales y humanos sugieren una reducción de la ingesta calórica.
- Efecto antiinflamatorio e inmunomodulador: más evidente con el isómero cis-9, trans-11.
- Activación de receptores PPAR (especialmente PPARα y PPARγ), implicados en la regulación del metabolismo energético y adipogénesis.
Evidencia actualizada sobre composición corporal
Los estudios en humanos han mostrado que el CLA puede reducir ligeramente la grasa corporal, especialmente en población con sobrepeso u obesidad, pero los efectos son modestos y altamente variables. Metaanálisis recientes confirman que las pérdidas de grasa oscilan entre 0,1 y 0,2 kg/semana, cifras clínicamente poco relevantes a largo plazo y que no justifican su uso como agente principal para la pérdida de grasa.
Además, mientras algunos trabajos reportan un leve aumento de la masa magra en sujetos físicamente activos, los resultados en ganancia muscular son inconsistentes y no comparables a los efectos de una buena programación de entrenamiento y nutrición.
Seguridad y controversia con los suplementos
Es fundamental diferenciar entre el CLA natural, presente en alimentos de origen animal (especialmente si el animal ha sido alimentado con pasto), y el CLA sintético, que es el que se utiliza en la mayoría de suplementos. Este último se elabora a partir de aceites vegetales (como el aceite de cártamo) sometidos a procesos de isomerización química, y contiene una proporción elevada del isómero trans-10, cis-12, que no abunda en la naturaleza.
El uso prolongado de suplementos de CLA sintético se ha asociado en algunos estudios con:
- Aumento del estrés oxidativo y la inflamación sistémica.
- Alteración del perfil lipídico, con descenso del colesterol HDL y aumento del LDL en ciertos casos.
- Mayor resistencia a la insulina, especialmente en sujetos con obesidad o síndrome metabólico.
- Trastornos gastrointestinales (flatulencia, diarrea, náuseas) y fatiga como efectos secundarios frecuentes.
Consideraciones finales
Aunque el CLA natural presente en alimentos de origen animal puede aportar beneficios modestos dentro de una dieta saludable, la suplementación con CLA sintético no parece una estrategia eficaz ni segura para mejorar la composición corporal o el estado de salud general. La evidencia acumulada hasta 2025 no respalda su uso sistemático, y se recomienda precaución, especialmente en personas con enfermedades metabólicas.
Referencias
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