El deporte como forma de vida. Para mí, el deporte nunca ha sido solo una actividad física. Es una forma de estar en el mundo, una manera de canalizar lo que soy, de entender mi cuerpo, mi mente y mi capacidad para sostener el esfuerzo incluso cuando las cosas no acompañan. Entrenar no es algo que hago: es parte de mi identidad.
He entrenado con dolor, con cansancio, con rabia, con amor, con miedo y con coraje. Y en todos esos momentos, el entrenamiento me ha devuelto claridad. No solo me ha hecho más fuerte físicamente, sino más resistente a la vida. Me ha enseñado que la disciplina no se siente: se elige. Y que lo que construyes con constancia, aunque sea lento, no se desmorona con facilidad.
Entrenar bien no es entrenar más. Es saber cuándo empujar y cuándo parar. Es entender que la progresión real no es lineal, ni rápida, ni cómoda. He pasado por fases en las que forzar solo me alejaba de lo que buscaba. Y también he vivido el otro lado: la transformación profunda que ocurre cuando alineas tu mente, tu cuerpo y tus decisiones diarias con un propósito claro.
Trabajo con mujeres que quieren cambiar. Que a veces tienen miedo. Que dudan de su fuerza, de su cuerpo, de si son capaces. Y lo son. Solo necesitan una guía que no les imponga, sino que les enseñe a confiar en ellas. Yo no vendo cuerpos imposibles ni promesas vacías. Trabajo con lo que hay, con lo que cada mujer puede ser desde su fisiología, desde su historia y desde su realidad.
He vivido en mis propias carnes lo que supone entrenar como mujer sin seguir modelos hormonales ajenos. He cometido errores, me he exigido más de lo que debía, me he comparado con físicos irreales. Pero también he aprendido a respetar mi biología, a no hipotecar mi salud por una estética que ni siquiera era mía. Porque el cuerpo ideal no existe. Existe el cuerpo que eres capaz de construir respetándote.
La fuerza no se mide en kilos levantados, sino en la capacidad de mantenerte firme cuando todo aprieta. Por eso el entrenamiento no es solo físico, es mental. Y más aún en un entorno que sigue creyendo que lo femenino es frágil, suave o accesorio. Yo he visto mujeres levantar su vida desde el gimnasio. He visto autoestima donde antes había rechazo, salud donde había caos, y potencia donde había miedo.
Hoy el deporte también es mi profesión. Acompaño, enseño, corrijo y empujo. Pero, sobre todo, escucho. Porque no hay fórmula mágica ni método universal. Solo hay personas con sus ritmos, sus bloqueos, su historia corporal. Y cuando entiendes eso, dejas de imponer y empiezas a transformar.
Procuro que quien trabaja conmigo se sienta a gusto. Que sepa que puede confiar, que puede abrirse, que va a encontrar exigencia, sí, pero también comprensión, cercanía y criterio. Porque no se trata solo de entrenar: se trata de sostener ese entrenamiento en el tiempo sin romperte, de hacerlo parte de tu vida sin que se convierta en una carga.
Trabajo en un entorno natural. Conozco bien el valor de la paciencia, del trabajo bien hecho y de los procesos que respetan la salud y los ritmos biológicos. No me interesa lo inmediato ni lo artificial. A veces parece que lo que no lleva atajos resulta incómodo, difícil de creer. Pero lo verdaderamente difícil no es doparse, sino sostener la excelencia durante años sin romperte, sin desconectarte de ti, sin perder la cabeza ni la salud por el camino.
He aprendido a confiar en lo que soy capaz de construir desde la integridad. No necesito demostrar nada, porque los resultados coherentes siempre hablan por sí solos, con el tiempo. Y eso es algo que ni se compra ni se inyecta.
Y no dejo de aprender cada día. Porque esta profesión no se basa solo en la experiencia. Requiere ciencia, actualización constante y saber aplicarla. No basta con entrenar mucho: hay que saber leer el cuerpo, adaptar, entender. Estudiar, revisar, contrastar. Formarse sin tregua. Porque quien entrena a otros no puede quedarse estancado ni dar por hecho que ya lo sabe todo.
Y eso es lo que más me apasiona: que aquí, siempre se puede seguir mejorando.
Este contenido es propiedad intelectual de BodyWellFit. Queda prohibida su reproducción total o parcial sin autorización expresa.
