La glutamina es un aminoácido no esencial, lo que significa que el cuerpo puede sintetizarlo por sí mismo en condiciones normales. De hecho, es el aminoácido más abundante en el organismo, representando más del 60 % de las reservas de aminoácidos libres en el músculo esquelético.
Aunque el cuerpo puede producir cantidades adecuadas en circunstancias fisiológicas normales, su demanda puede superar su síntesis endógena en situaciones de estrés fisiológico elevado, como infecciones severas, trauma, cirugía, quimioterapia, entrenamientos intensos o dietas extremadamente hipocalóricas. En estos contextos, se considera un aminoácido condicionalmente esencial.
Funciones fisiológicas de la glutamina
- Síntesis proteica y balance nitrogenado:
La glutamina contribuye a mantener un estado anabólico al favorecer el balance positivo de nitrógeno, imprescindible para la síntesis de proteínas musculares y la preservación de la masa magra, especialmente en estados catabólicos. - Salud intestinal y mucosa digestiva:
Es una fuente energética clave para los enterocitos (células del intestino delgado) y desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la barrera intestinal. Ayuda a preservar la integridad de la mucosa y a prevenir la hiperpermeabilidad intestinal, también conocida como “leaky gut”, lo cual resulta esencial para evitar el paso de endotoxinas, bacterias u otros compuestos proinflamatorios al torrente sanguíneo. - Producción energética y metabolismo muscular:
A través de su conversión en glutamato, puede generar ATP y contribuir al almacenamiento de glucógeno en el músculo, lo cual puede ejercer un efecto protector frente al catabolismo proteico durante el ejercicio intenso o el ayuno prolongado. - Sistema inmunológico:
Es una fuente de energía fundamental para linfocitos, macrófagos y células natural killer, así como para las células intestinales con funciones inmunológicas. Su depleción puede comprometer la inmunidad innata y adaptativa, y provocar una mayor susceptibilidad a infecciones, sobre todo en pacientes hospitalizados o inmunodeprimidos.
Alimentos ricos en glutamina
Una dieta habitual proporciona entre 3 y 6 gramos de glutamina al día. Las fuentes más ricas son los alimentos de origen animal, especialmente:
- Productos lácteos
- Carnes magras
- Pescados
- Huevos
Algunas fuentes vegetales como el maíz o el arroz blanco también contienen glutamina, aunque en proporción menor, ya que su contenido proteico total es inferior.
Glutamina, intestino y sistema inmune: una conexión directa
Los intestinos albergan más del 70 % del sistema inmunológico, y la glutamina actúa como enlace entre el metabolismo muscular y la inmunidad intestinal. Al ser el principal combustible de los enterocitos, su papel es determinante en la respuesta inmunitaria, la reparación tisular y la homeostasis de la microbiota.
En condiciones de déficit, el cuerpo recurre a la degradación muscular para obtener glutamina, lo que puede contribuir a una pérdida acelerada de masa muscular en situaciones críticas o durante enfermedades crónicas.
¿Es útil la suplementación con glutamina?
A pesar de su popularidad como suplemento deportivo, la evidencia no respalda un efecto directo sobre el aumento de masa muscular o el rendimiento en fuerza en individuos sanos y entrenados. Múltiples ensayos controlados han mostrado que la suplementación con glutamina no mejora significativamente el rendimiento físico ni la síntesis proteica en condiciones normales de entrenamiento y nutrición.
No obstante, sí existen beneficios documentados en ciertas situaciones clínicas:
- Reducción del dolor muscular post-ejercicio (DOMS): algunos estudios reportan mejoras leves en la recuperación.
- Prevención de infecciones y mantenimiento inmunológico: especialmente en deportistas durante periodos de entrenamiento intenso o en pacientes postquirúrgicos.
- Soporte en enfermedades críticas, cáncer o trauma: donde el uso de glutamina intravenosa ha mostrado beneficios en la recuperación intestinal, la reducción de la estancia hospitalaria y la disminución de infecciones nosocomiales.
Por tanto, antes de iniciar la suplementación, debe evaluarse si existe un contexto fisiopatológico que justifique su uso, ya que en personas sanas con una dieta adecuada, no suele ser necesaria.
Conclusión
La glutamina desempeña múltiples funciones esenciales en el cuerpo humano, especialmente en la homeostasis muscular, inmunológica e intestinal. Aunque su suplementación puede ser útil en contextos clínicos o de alta demanda fisiológica, la mayoría de personas sanas pueden obtener suficiente glutamina a través de la dieta sin necesidad de suplementos.
Referencias:
- Wischmeyer PE et al. Role of glutamine in critical illness and immune function: update and future perspectives. Curr Opin Clin Nutr Metab Care. 2024.
- Cruzat V et al. Glutamine: Metabolism and immune function, supplementation and clinical translation. Nutrients. 2023;15(9):1984.
- Zuhl MN, Lamprecht M. The effects of oral glutamine supplementation on exercise-induced gastrointestinal permeability and inflammation. Appl Physiol Nutr Metab. 2022.
- Castell LM. Does glutamine have a role in reducing infections in athletes?. Curr Sports Med Rep. 2023.
- Li N, Neu J. Glutamine deprivation alters intestinal tight junctions via a PI3-K/Akt-dependent mechanism in Caco-2 cells. J Nutr. 2025;155(1):67-75.
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