NAC: qué es, beneficios y evidencia científica
En la lucha constante contra el estrés oxidativo y los radicales libres, el organismo emplea un sistema complejo de antioxidantes enzimáticos y no enzimáticos cuyo papel es esencial: prevenir, neutralizar y reparar los daños causados por especies reactivas de oxígeno (ROS). Durante el ejercicio físico intenso, especialmente en entrenamientos de fuerza, resistencia o alta demanda excéntrica, se genera una gran cantidad de radicales libres. Si estos no son neutralizados de manera adecuada, pueden producir una cascada de daños que afecte la integridad de lípidos, proteínas estructurales y el ADN nuclear y mitocondrial. Esto no solo interfiere con la recuperación, sino que puede limitar la adaptación al entrenamiento, incrementar la fatiga muscular, favorecer el estrés crónico y aumentar el riesgo de sobreentrenamiento.
Aunque cierto nivel de estrés oxidativo cumple funciones fisiológicas clave en la señalización celular y en la adaptación muscular, la acumulación excesiva puede volverse contraproducente. Por ello, la evidencia más reciente (2023–2025) sugiere que antioxidantes como la vitamina C, el glutatión o la N-acetilcisteína (NAC) pueden ejercer efectos protectores y facilitar la recuperación en contextos específicos, como microlesiones musculares, entrenamiento de alta frecuencia, recuperación post-competición o uso farmacológico.
¿Qué es el NAC y por qué es tan importante?
La N-acetilcisteína (NAC) es la forma acetilada y con mayor biodisponibilidad de la L-cisteína, un aminoácido no esencial que el cuerpo puede sintetizar a partir de la metionina, esta última sí esencial y por tanto dependiente de la ingesta dietética. Una dieta rica en proteínas de alta calidad (huevo, carnes, lácteos, legumbres) debería ser suficiente para cubrir las necesidades de precursores endógenos. No obstante, en determinadas circunstancias —como ejercicio intenso, estrés, inflamación, uso de medicamentos o intoxicaciones— los requerimientos pueden aumentar y la suplementación puede ser beneficiosa.
El NAC destaca como uno de los antioxidantes más versátiles y estudiados, con funciones que abarcan desde la protección celular y la salud hepática, hasta el apoyo inmunológico, la salud respiratoria y el rendimiento deportivo. Entre sus funciones más relevantes:
- Potente antioxidante y desintoxicante celular, precursor del glutatión, que neutraliza radicales libres y reduce el daño oxidativo.
- Quelante de metales pesados tóxicos, ayudando a eliminar mercurio, plomo y cadmio del organismo.
- Protector hepático, especialmente útil en contextos de hepatotoxicidad inducida por fármacos, alcohol o exposición ambiental.
- Aliado en salud respiratoria, utilizado clínicamente como mucolítico en bronquitis, asma, EPOC o congestión nasal, facilitando la expectoración.
- Modulador inmunológico, con efectos beneficiosos en infecciones respiratorias, estrés oxidativo crónico y enfermedades inflamatorias.
- Apoyo a la síntesis de colágeno y queratina, contribuyendo al mantenimiento de piel, cabello y uñas.
- Neuroprotector: investigaciones actuales exploran su papel en trastornos neurodegenerativos, depresión y ansiedad, al modular glutamato y mejorar la plasticidad neuronal.
- Estabilizador de la glucosa, al mejorar la sensibilidad a la insulina en algunos perfiles metabólicos.
- Protector ocular, con potencial preventivo en cataratas por su acción antioxidante en el cristalino.
- Reductor del daño muscular post-ejercicio, especialmente en entrenamientos excéntricos intensos o nuevos estímulos musculares.
- Mejora de la recuperación en deportes de resistencia, donde puede considerarse una ayuda ergogénica indirecta.
- Posible favorecedor de la oxidación de ácidos grasos, aunque los resultados aún son preliminares.
- Apoyo en salud articular y reducción de la inflamación crónica, especialmente en atletas con desgaste o sobreuso.
¿Cuándo se recomienda su suplementación?
A pesar de que algunas revisiones han alertado de una posible interferencia de los antioxidantes exógenos con las adaptaciones positivas del entrenamiento (especialmente cuando se usan de forma crónica y en dosis elevadas post-entreno), la evidencia actual indica que, bien dosificado y contextualizado, el NAC puede ser de gran utilidad:
- En deportistas con alto volumen o intensidad de entrenamiento.
- En fases de descarga o recuperación activa.
- En protocolos de entrenamiento excéntrico.
- En situaciones de uso farmacológico o exposición a toxinas.
- En ciclos o postciclos, como potente regenerador hepático.
- En estados de inflamación crónica, estrés oxidativo o inmunosupresión.
- En personas con enfermedades respiratorias o exposiciones ambientales.
Es frecuente que, cuando recomiendo el uso de NAC, muchas personas me digan:
“¡Merxe! ¿Me has mandado algo para los mocos?”
Y aunque es cierto que se utiliza como mucolítico, la realidad es que su uso va mucho más allá. Estamos hablando de un compuesto con un potencial terapéutico amplio, respaldado por años de investigación y cada vez más relevante en el ámbito del rendimiento, la salud celular y la prevención de enfermedades.
Referencias
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- Soltan-Sharifi, M. S., Mojtahedzadeh, M., Najafi, A., Reza Khajavi, M., Rouini, M. R., Moradi, M., & Abdollahi, M. (2007). Improvement by N-acetylcysteine of acute respiratory distress syndrome through increasing intracellular glutathione, and extracellular thiol molecules and antioxidant power: Evidence for underlying mechanism. Pharmacological Research, 56(3), 219–225.
- McCarty, M. F., & DiNicolantonio, J. J. (2015). The therapeutic potential of N-acetylcysteine (NAC) in preventing adverse cardiovascular events. Open Heart, 2(2), e000221.
- Kerksick, C. M., Wilborn, C. D., Campbell, W. I., Roberts, M. D., Rasmussen, C. J., Greenwood, M., … & Kreider, R. B. (2010). The effects of N-acetylcysteine on oxidative stress and recovery following eccentric exercise: a randomized, double-blind, placebo-controlled, cross-over pilot study. Journal of the International Society of Sports Nutrition, 7, 30.
- Peternel, L., Lukac-Bajalo, J., & Vovk, T. (2023). Role of N-acetylcysteine in metabolic disorders and oxidative stress: New insights and applications. Antioxidants, 12(5), 997.
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