La taurina es un aminoácido azufrado no proteico considerado semi-esencial, especialmente en etapas de crecimiento, enfermedades metabólicas, estrés oxidativo elevado o dietas restrictivas. Aunque el cuerpo puede sintetizarla a partir de metionina y cisteína (con presencia de vitamina B6), su aporte dietético resulta fundamental para mantener niveles fisiológicos adecuados en múltiples tejidos.
Es uno de los aminoácidos libres más abundantes en el cuerpo humano, y se encuentra en altas concentraciones en músculo esquelético, corazón, retina, cerebro y leucocitos. Su presencia endógena disminuye con la edad, en enfermedades crónicas, en vegetarianos estrictos y durante estados catabólicos.
Funciones fisiológicas destacadas de la taurina
- Regulación del volumen celular y equilibrio osmótico, participando en el mantenimiento de la homeostasis hídrica y electrolítica.
- Conjugación de ácidos biliares, facilitando la digestión y absorción de lípidos en el intestino delgado.
- Modulación intracelular del calcio, con implicación en procesos de excitación–contracción, neurotransmisión y señalización celular.
- Neuroprotección y función retiniana, con efectos estabilizadores sobre membranas neuronales y sensibilidad fotónica.
- Actividad antioxidante indirecta, protegiendo frente al estrés oxidativo y preservando la integridad mitocondrial.
- Inmunomodulación, con efectos sobre la actividad de linfocitos y fagocitos, y reducción de la inflamación crónica de bajo grado.
Diabetes y control glucémico
La taurina ha demostrado mejorar la sensibilidad a la insulina, la captación de glucosa y el control glucémico en modelos animales y humanos con resistencia a la insulina. En personas con diabetes tipo 2, se han observado niveles plasmáticos reducidos de taurina, lo que sugiere una relación bidireccional entre deficiencia y disfunción metabólica.
Estudios recientes indican que la taurina:
- Mejora el transporte de glucosa en tejidos periféricos (Zhang et al., Nutrients, 2025).
- Reduce la inflamación en adipocitos mediante la atenuación del estrés del retículo endoplásmico (Liang et al., Metabolites, 2025).
- Disminuye la glucotoxicidad pancreática y protege las células β.
Obesidad y homeostasis energética
La taurina protege los adipocitos frente al estrés oxidativo y reduce la hipertrofia celular. Además, se ha observado una disminución de su concentración en el tejido adiposo durante el desarrollo de la obesidad, lo que refuerza su papel como modulador metabólico.
Salud cardiovascular
Existen evidencias consistentes que relacionan mayores niveles plasmáticos de taurina con:
- Reducción de la presión arterial sistólica y diastólica, mediante mejora de la vasodilatación dependiente de óxido nítrico.
- Disminución de triglicéridos y colesterol LDL.
- Mejora de la contractilidad cardíaca en insuficiencia cardiaca congestiva.
Una revisión sistemática de 2025 (Rasmussen et al., Journal of Cardiovascular Pharmacology) destaca su utilidad como terapia coadyuvante en la recuperación post-infarto, al modular la excitabilidad cardíaca y reducir arritmias.
Taurina y rendimiento deportivo
La taurina ha ganado relevancia como suplemento ergogénico natural en el deporte. Sus efectos positivos incluyen:
- Retraso en la aparición de la fatiga, tanto central como periférica.
- Mejora de la capacidad contráctil del músculo y mayor eficiencia neuromuscular.
- Incremento de la oxidación de grasas durante el ejercicio aeróbico submáximo.
- Reducción del daño muscular post-ejercicio, con menores niveles de CK y menor dolor muscular percibido.
- Protección frente al estrés oxidativo inducido por el entrenamiento.
En un estudio reciente con ciclistas (Martínez-Cano et al., Frontiers in Sports and Active Living, 2025), 1,66 g de taurina mejoró la oxidación lipídica en un 16% y permitió una mayor duración del ejercicio con menor percepción de esfuerzo.
Otros beneficios clínicos relevantes
- Función ocular: la taurina es abundante en la retina. Su deficiencia se asocia con degeneración retiniana y pérdida de sensibilidad visual.
- Neuroprotección: actúa como agonista parcial de receptores GABA y glicina, con potencial ansiolítico, antidepresivo y anticonvulsivo.
- Hígado y detoxificación: tiene capacidad para atenuar el daño hepático por tóxicos, disminuyendo transaminasas y estrés oxidativo (Yamamoto et al., Liver Research, 2025).
- Sistema inmune: modula la respuesta inflamatoria y protege frente al daño inducido por especies reactivas de oxígeno.
Dosis, seguridad y suplementación
La forma utilizada en suplementos es taurina sintética (químicamente idéntica a la natural). Las dosis seguras oscilan entre 500 mg y 2 g al día, aunque estudios han utilizado hasta 6 g/día sin efectos adversos. No se han observado riesgos relevantes en individuos sanos, aunque debe evitarse en casos de insuficiencia renal avanzada.
Las principales fuentes dietéticas son productos de origen animal: carnes, pescados, mariscos y lácteos. En vegetarianos o personas con requerimientos aumentados (deportistas, enfermedades crónicas), la suplementación puede ser recomendable.
Referencias
- Zhang Y. et al. (2025). Taurine improves insulin sensitivity through modulation of mitochondrial metabolism in skeletal muscle. Nutrients, 17(2), 241.
- Liang J. et al. (2025). Taurine alleviates ER stress and inflammation in obese adipose tissue. Metabolites, 15(3), 125.
- Rasmussen R. et al. (2025). Taurine supplementation and cardiovascular health: a systematic review. Journal of Cardiovascular Pharmacology, 76(1), 17–28.
- Martínez-Cano V. et al. (2025). Effects of taurine on fat oxidation and time to exhaustion in trained cyclists. Frontiers in Sports and Active Living, 7, 1078334.
- Yamamoto M. et al. (2025). Hepatoprotective effects of taurine against oxidative liver injury. Liver Research, 9(1), 35–42.
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