La yohimbina y la grasa rebelde: qué dice la ciencia
Como ya sabemos, no existe una “pastilla mágica” que provoque la pérdida de grasa sin esfuerzo. La base real del proceso reside en el equilibrio energético negativo (déficit calórico), sostenido a través de una alimentación adecuada y ejercicio físico. No obstante, existen ciertos compuestos que pueden favorecer o acelerar esa pérdida de grasa en contextos muy concretos, especialmente en personas con un porcentaje de grasa corporal bajo. Uno de ellos es la yohimbina, un suplemento que ha ganado popularidad por su potencial para movilizar la llamada “grasa rebelde”.
¿Qué es la yohimbina?
La yohimbina es un alcaloide indólico extraído de la corteza del árbol Pausinystalia yohimbe, aunque también se encuentra en otras plantas como Rauwolfia serpentina. Es un estimulante del sistema nervioso simpático y, en dosis elevadas, puede tener efectos psicoactivos leves. Tradicionalmente se ha utilizado como afrodisíaco debido a su capacidad para inducir erecciones y mejorar el flujo sanguíneo en los órganos sexuales masculinos. Esta propiedad se relaciona con su efecto vasodilatador y su capacidad para aumentar la liberación de noradrenalina.
Para aplicaciones farmacológicas relacionadas con la función sexual se suele utilizar el extracto completo de la planta (“yohimbe”), mientras que en suplementación deportiva orientada a la pérdida de grasa se emplea el principio activo aislado: yohimbina HCl (clorhidrato).
¿Cómo actúa la yohimbina sobre la grasa corporal?
El tejido adiposo está regulado, en parte, por receptores adrenérgicos del tipo alfa-2 y beta-2. Estos receptores responden a las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), pero tienen efectos opuestos:
- Receptores beta-2: estimulan la movilización de los ácidos grasos (lipólisis) y tienen efectos termogénicos y protectores de masa muscular.
- Receptores alfa-2: inhiben la movilización de grasa, dificultando su uso como fuente energética.
Ambos tipos se encuentran presentes en los adipocitos, pero su proporción varía en función de la zona del cuerpo. Las regiones de grasa localizada o resistente —como glúteos y muslos en mujeres— presentan una mayor densidad de receptores alfa-2, lo que complica su movilización. Esta distribución está influenciada por factores hormonales, especialmente el estrógeno, que favorece la expresión de estos receptores en áreas concretas.
La yohimbina bloquea los receptores alfa-2 adrenérgicos, permitiendo que predomine la acción lipolítica de los receptores beta-2. Además, potencia la liberación de noradrenalina, lo que refuerza el estímulo lipolítico indirectamente.
¿Cuándo puede ser útil?
El uso de yohimbina puede ser eficaz en fases finales de definición, cuando ya se ha alcanzado un porcentaje de grasa corporal bajo (en torno al 15% o menos) y persisten zonas de grasa rebelde. En estos casos, la movilización de lípidos se vuelve más difícil debido a la adaptación metabólica del organismo y a la resistencia hormonal localizada. La yohimbina puede proporcionar un pequeño empujón en este contexto, aunque su efecto es modesto y debe formar parte de una estrategia bien planificada.
No es un suplemento útil ni recomendable en personas con sobrepeso o con un porcentaje alto de grasa corporal, ya que no se observarán beneficios adicionales a los de una dieta y entrenamiento bien estructurados.
Consideraciones de uso
- Dosis efectiva: la dosis más utilizada es de 0,2 mg/kg de peso corporal, repartida o en una sola toma.
- Momento óptimo: debe tomarse en ayunas, o al menos en ausencia total de insulina en sangre, ya que esta anula el efecto lipolítico al bloquear la acción de las catecolaminas.
- Ayuno recomendado: se suele recomendar un ayuno previo de 4–8 horas, sin presencia de aminoácidos (como BCAA), y realizar ejercicio cardiovascular suave 30 minutos después de la ingesta.
- Sinergias: la yohimbina puede combinarse con otros estimulantes como la cafeína o L-tirosina, que potencian la activación de los receptores beta-2 mediante una mayor liberación de catecolaminas. No debe combinarse con otros IMAO.
Posibles efectos secundarios de la yohimbina
Aunque en dosis moderadas es bien tolerada, la yohimbina presenta una alta tasa de efectos adversos si se usa de forma crónica, en dosis elevadas o en personas con patologías preexistentes:
- Insomnio y ansiedad: al estimular el sistema nervioso, puede alterar el sueño o inducir agitación.
- Náuseas y molestias gastrointestinales.
- Hipotensión y mareos, especialmente en personas con tensión baja.
- Taquicardia y cefaleas.
- Retención hídrica transitoria, lo cual puede enmascarar resultados estéticos.
- Contraindicada en diabéticos, personas con enfermedades cardiovasculares, renales, hepáticas o trastornos psiquiátricos.
- Es un IMAO reversible de acción corta, por lo que puede interactuar con medicamentos antidepresivos u otros fármacos que actúen sobre neurotransmisores.
Conclusión
La yohimbina no es una solución mágica para la pérdida de grasa, pero puede ser útil en contextos específicos donde se haya alcanzado un alto grado de definición corporal y se busque un refinamiento final. Su uso debe ser puntual y consciente, respetando dosis, estado de salud y posibles interacciones. Los beneficios serán siempre marginales comparados con una planificación nutricional y de entrenamiento bien diseñada.
Actualmente, la yohimbina HCl no está disponible legalmente como suplemento en España, aunque puede encontrarse en el extranjero o como principio activo en fármacos bajo prescripción médica.
Referencias
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- Dulloo, A. G., Seydoux, J., Girardier, L. (1991). Peripheral mechanisms of thermogenesis induced by ephedrine and yohimbine in brown adipose tissue. International Journal of Obesity, 15(5), 317–326.
- Ostojic, S. M. (2006). Yohimbine: the effects on body composition and exercise performance in athletes. Research in Sports Medicine, 14(4), 289–299.
- Higgins, J. P., Tuttle, T. D., & Higgins, C. L. (2010). Therapeutic applications of yohimbine: Is there a role for this frequently misused drug? Pharmacotherapy, 30(3), 267–276.
- Trexler, E. T., Smith-Ryan, A. E., et al. (2023). Evidence-based recommendations for fat loss supplementation. Journal of the International Society of Sports Nutrition, 20, 45.
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